domingo, abril 05, 2009

El orden y yo. Una batalla perdida.

De nuevo entro en mi cuarto. Sorteo hábilmente las cajas de la mudanza de hace dos meses que aún no han sido vaciadas y sobre las que hay un par de sudaderas de colores lisos, dejadas tal cómo llegó alguien de tomar unas copas y no se molestó ni en encender la luz y ni mucho menos dejarlas cuidadosamente para que no se arruguen. La mesa, llena de todo aquello que un viciado de la tecnología pueda tener, no deja espacio para apoyar nada entre una Wii, Cajas de videojuegos, cables, teclado y ratón inalámbricos, alfombrilla de WoW (World of Warcraft), pilas, mando de Xbox para el PC, una videocámara miniDV, una cámara de fotos, un cargador de móvil, un par de tarjetas SD, una tarrina de DVD, y muchas más cosas que si lo piensas no sabes cómo la mesa no ha cedido ante el peso de las mismas. Todo dejado allí como si fueran trastos amontonados, y es que, efectivamente, están amontonados pero no son trastos. Al verla pienso, menos mal que tengo la "pley" en el salón.

Son las 10:30 de la mañana, llego a mi trabajo. Dos mesas colocadas en ele configuran el sitio donde trabajo. Papeles en distintos anárquicos montones se disputan el sitio con dos monitores, un impresora de tickets y un teléfono. A la derecha, sobre el extremo corto de la ele, descansan dos monitores esperando desde hace meses a ser guardados en algún lado. Hay sobres de correo recibido, un periódico, juguetes de Happy Meal de McDonald's, folletos de publicidad, un lapicero, todo apelotonado dejando solo espacio para el teclado, el ratón y los brazos del ocupante de la mesa.

Esta claro que mi fuerte no es el orden.

2 comentarios:

Maese dijo...

Matización... tu play esta en MI salón XD

Ikaru dijo...

El post fue escrito hace un poco, aunque, ahora sí, la play vuelve a estar en el salón de donde vivo.