miércoles, enero 21, 2009

Uncharted, El tesoro de Drake

Después de jugar al Tomb Raider Underworld el espíritu de Indiana Jones parece haberse apoderado de mí y ahora lo de moverse por el mundo buscando tesoros parece ser algo muy estimulante para mí. Qué oportuno que los Reyes Magos este año me hayan regalado el juego de PS3 de las aventuras de Nathan Drake.



Cuando lo cargué, pensaba que iba a jugar un juego como el Tomb Raider pero con un tío de protagonista, nada más lejos de la realidad. Aunque hay exploración y saltos como en el Tomb Raider, sí que varía la proporción en la que está mezclado con la acción. En Uncharted lo principal son los disparos y la dificultad de estos momentos puede acabar con la paciencia de más de uno (jugado en dificultad normal, últimamente estoy dejando el hábito de jugar en fácil). Cuando empiezan los tiroteos no perdona mucho el juego y eso que recuperamos la salud si pasa un tiempo sin que recibamos tiros, algo bastante raro. Será normal un tiroteo contra al menos cinco piratas que se moverán y agazaparán en distintos sitios, que nos rodearán y tratarán de atacarnos por la espalda y que no siempre sabrás por qué lado de la columna en la que están parapetados te van a salir. A veces a la derecha, otras a la izquierda, otras agachado, otras tumbado, otras disparando sin apuntar o te lanzan una granada para que salgas de la trinchera tan segura que pensabas que era ese bloque de cemento en el que te cubrías, no te dejarán respirar.

La sensación de estar en un tiroteo de película, en la que eres el prota y que de verdad estás en inferioridad en todos los sentidos, pero que de un modo u otro saldrás victorioso, aunque esforzandote, es genial, como si fueras John McClane. Pero vamos, que el juego se deja superar, aunque sea al vigésimo intento, y creo que no exagero, porque a veces me he preguntado cuándo dejarán de matarme. Menos mal que los puntos de control están cerca, así que si has superado un enfrentamiento difícil, tranquilo, si te caes por ese precipicio lo más probable es que no tengas que repetirlo. Fijáos lo claro que tienen que es todo un desafío superar las zonas sin morir alguna vez que en los trofeos hay uno de plata que se llama Superviviente y que se consigue al matar cincuenta enemigos seguidos sin morir. Aún no lo tengo, por cierto. Tampoco he jugado una segunda vez al juego, lo terminé el domingo y el Mirror's Edge se ha vuelto mi preferencia de esta semana, en PC, por supuesto.

Ah, ¿os he hablado de que la munición también es un problema? Bueno, descubridlo por vosotros mismos, aunque en ciertos momentos gusta, añade emoción, sobretodo hacia el final.

La historia está muy bien, sin extenderse en cinemáticas. Es un videojuego, no una película, aunque te da toda la sensación de estar en el cine, aunque con un pad en las manos. Saborearemos momentos que bien parecen sacados de Indiana Jones, la Momia, y demás del género de aventuras arquelógicas. Artísticamente, algunas imágenes se quedarán gravadas en la mente, por no hablar de que las escenas intermedias están magníficamente hechas, suficientemente expresivas y bien interpretadas en la voz como para gustar y sentir que es una película de animación.

El juego está muy cuidado en todos los detalles técnicos y de jugabilidad, es un placer tener esta aventura en mi PS3.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un juegazo acojonante.