Cerdos sin remedio.

Hoy, como ya suelo hacer habitualmente, estaba sentado en uno de los bancos-maceta que hay en el centro, y ese corto espacio de tiempo fue suficiente, y porque no me fijaba detenidamente en lo que hacían los demás, para ver cómo con la mayor naturalidad del mundo otros seres humanos ensuciaban la vía pública.

Un señor se sentó a mi lado y estuvo hojeando un periódico. Una vez terminó, se levantó y lo dejó allí. Al poco, otro se estaba tomando un Calipo y cuando vacío su contenido lo incrustó entre los huecos del banco. Al mismo tiempo, una mujer molesta por las rozaduras de los pies estaba poniéndose unas tiritas en tan concurrido banco y no dudó en tirar los envoltorios en la maceta, así entrarían a formar parte del mantillo de la planta. Y para rematar, un joven que pasaba por allí y que estaba acabándose un cigarrillo, también consideró la maceta como el lugar debido para desechar su colilla.

¿Tanto cuesta ser mínimamente civilizado? A menos de 5 metros había contenedores, uno de papel, otro de orgánicos y también a medio camino una papelera, y no se molestan en ir a ellos. Es más, dudo mucho que hubiesen considerado la posibilidad de arrojar sus desperdicios a otro lugar distinto que este rinconcito de la ciudad. Lo peor, creo, es que ni se dan cuenta de lo que hacen. Supongo que la próxima vez debería decir algo en vez de quedarme callado observando. Tal vez eso me diera tema para otro post, "acalorada (literalmente) discusión por tirar un papel".

Hábitos extraños, anexo.

Creo que me dejé en el tintero una cosa muy característica mía, y es mi narcolepsia galopante... no es que de repente me quede dormido, pero si que puedo dormirme en casi cualquier parte y el sueño me viene a veces en situaciones curiosas. Y aunque últimamente resulta bastante comprensible porque suelo dormir poco por la noche, cosas de acostarse tarde, en verdad me ha pasado siempre independientemente de si dormía mucho o no.

Hoy por ejemplo, en clase de japonés, empezó a entrarme un sueñecito que no pude contener... así que poco a poco cerré los ojos y durante dos minutos estuve dormido en mitad de la explicación. Luego, de repente, me desperté dando una sacudida. Creo que mi cuerpo se dio cuenta de que estaba en clase y no era plan de dormirse allí. Por suerte, una vez que duermo ese par de minutillos ya me despejo y no vuelvo a tener problemas con el sopor, así que pude mantener mi atención toda la clase.

Todavía recuerdo la vez que me quede muy dormido en una clase de programación en primero de carrera, pero eso será una historia para otra ocasión.

Un deseo.

Me gustaría que te fijases en mí como yo me fijo en ti.

Pero tienes tus ojos puestos en otro. Qué envidia del que consigue tocar tu corazón ahí dentro. Desearía ser él, que tu alma se moviese rozada por la mía, sería maravilloso, pero de momento es la mía la que anda tocada.

Últimamente encuentro algo desilusionada esa parte mía que anhela la calidez de otra persona. No porque no encuentre nada, sino porque cuando lo encuentro se torna inalcanzable. Escucho la llamada del deseo, ese sentimiento que te dice que te gusta esa persona, y ahí se queda todo.

Extraña sensación de Deja-Vu.

Mis 5 extraños hábitos

Hace ya varios meses, Alf me nominó para un juego, en ese momento no se me ocurría que poner pero todas las semanas me he devanado un poco los sesos pensando en qué pondría aquí. Y aquí, en este día he decidido dejar de ocupar tan preciado tiempo mío en eso escribiendo el post de una maldita vez.

1. Al caminar por la calle y ver mi reflejo en los cristales de los escaparates me fijo. Seré narcisista o será porque me sigue extrañando la figura que veo reflejada... narcisismo, sin duda.


2. Si voy escuchando música, me imagino videoclips a ritmo de Mp3. Suelo prestar especial atención a las sombras, especialmente la mía. "Qué pasa si cambio el paso... qué bien queda con el ir y venir de los coches al cruzar el puente".


3. Siempre cada cierto tiempo hago recuento, casi como si llevara un checklist. Móvil, cartera, reloj, gafas, llaves, cartera, llaves, móvil, reloj. ¿Me dejé encendida la luz del cuarto o la apagué?


4. En el coche, canto, mucho y mal, y a la vez hago percusión con el volante y el salpicadero, también bastante desacompasado, pero me da igual, es divertido, y entretiene un montón en los atascos. Da igual si tengo música en la radio o no, igualmente lo hago. Debo parecer loco para los que me ven. (Cuando me acompañan me modero, creo que por vergüenza)


5. Me cuido las uñas. Hace poco más de siete meses que dejé de morderme las uñas y desde entonces las limo con cuidado varias veces a la semana. Además no solo las mantengo en una longitud adecuada sino que encima las pulo para darles un acabado suave. Además me echo cremita para tener las manos suaves. Yo, manos metrosexuales. :-P

Hasta aquí MIS 5 EXTRAÑOS HÁBITOS, bueno el tercero no tanto. Seguro que ya está alguien pensando en otras cosas que me he dejado por poner, algunas omitidas intencionadamente.

Como soy contrarío a las cadenas no nombraré a nadie para que siga el juego, pero si alguien que lea esto le da por hacer lo mismo, que por lo menos haga el favor de nombrarme.