Hoy, como ya suelo hacer habitualmente, estaba sentado en uno de los bancos-maceta que hay en el centro, y ese corto espacio de tiempo fue suficiente, y porque no me fijaba detenidamente en lo que hacían los demás, para ver cómo con la mayor naturalidad del mundo otros seres humanos ensuciaban la vía pública.
Un señor se sentó a mi lado y estuvo hojeando un periódico. Una vez terminó, se levantó y lo dejó allí. Al poco, otro se estaba tomando un Calipo y cuando vacío su contenido lo incrustó entre los huecos del banco. Al mismo tiempo, una mujer molesta por las rozaduras de los pies estaba poniéndose unas tiritas en tan concurrido banco y no dudó en tirar los envoltorios en la maceta, así entrarían a formar parte del mantillo de la planta. Y para rematar, un joven que pasaba por allí y que estaba acabándose un cigarrillo, también consideró la maceta como el lugar debido para desechar su colilla.
¿Tanto cuesta ser mínimamente civilizado? A menos de 5 metros había contenedores, uno de papel, otro de orgánicos y también a medio camino una papelera, y no se molestan en ir a ellos. Es más, dudo mucho que hubiesen considerado la posibilidad de arrojar sus desperdicios a otro lugar distinto que este rinconcito de la ciudad. Lo peor, creo, es que ni se dan cuenta de lo que hacen. Supongo que la próxima vez debería decir algo en vez de quedarme callado observando. Tal vez eso me diera tema para otro post, "acalorada (literalmente) discusión por tirar un papel".
viernes, mayo 19, 2006
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