Michael Garibaldi, personaje de Babylon 5, tiene algo en común conmigo, es un devoto del Pato Lucas. Lo llama su segunda afición en el universo, y coincido con él, los dibujos animados son también mi segunda afición en el universo.
Pero en España, todavía, y a pesar de la proliferación de animación para adolescentes y adultos, se asocia los dibujitos animados con los niños. Esta situación la he vivido durante toda mi vida.
En el subconsciente de la gente está el que los dibujos animados son para niños. A mi me han llegado a decir "no eres demasiado mayor para seguir viendo dibujitos". Coño! Que estoy viendo Blood: The Last Vampire, si eso es para niños... sin embargo, y si fuera animación para niños qué problema hay en verlos.
La animación es un recurso más con el que cuentan los artistas para plasmar lo que tienen en la cabeza, sin ver lo que ha plasmado el artista no se puede saber lo que hay. Es como juzgar un cuadro sin haberlo visto. Es un lienzo, no?, seguro que va bien en mi salón. O_O
Este es el legado de la Disney a occidente, que acabemos creyendo que la animación es un producto en forma de edulcorado mundo de fantasía solo para niños.
martes, junio 14, 2005
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