jueves, septiembre 01, 2011

Sobre el 3D (Primera Parte)


Para nadie que sea aficionado al entretenimiento audiovisual ha pasado por alto el 3D como la tecnología de moda en las salas de proyección y como el buque de batalla para el mercado de los televisores. Dado el gran desconocimiento que hay sobre cómo funciona el actual 3D, y cómo se generan contenidos 3D, voy a explicar, lo más claramente posible, lo que podemos esperar de esta tecnología y por qué el 3D aplicado a la televisión y el cine es un problema que da muy diferentes experiencias mientras que en los videojuegos puede aplicarse con gran facilidad y mejor resultado.

Voy a empezar contando algo que pasó en el mundo de las grandes salas de proyección sobre un tal George Lucas y su certificación THX. Para muchos aficionados al fútbol no les resultará extraño si describo que, debido a las dimensiones del campo, hay estadios en los que es más difícil de defender que otros y que unos son más agotadores que otros porque hay que correr más. Los entrenadores tienen que preparar sus estrategias teniendo en cuenta dónde van a jugar y no sólo las características del oponente. Pensad en los distintos cines a los que habéis ido. ¿Cuántas salas son iguales? ¿Era el tamaño de la pantalla el mismo? ¿Cómo era la distribución de la sala? ¿Se oía ruido desde otras salas adyacentes? ¿La distancia de la pantalla a las butacas? ¿Se veía la imagen más brillante o más oscura? ¿El sonido era contundente y claro o apagado y carente de matices? y no estoy entrando en demasiados detalles. Con esto ya os debéis hacer una idea de la gran variedad que hay de salas.


Imaginaros que sois cineasta y queréis dar la máxima experiencia posible y que lo que haces en el estudio se traslade así, con la mayor fidelidad a los espectadores de las salas. Con semejante variedad de condiciones que no dependen del artista, habrá gente que verá unas escenas demasiado oscuras, otras con los colores incorrectos, otras que por ser la pantalla pequeña no apreciarán bien los detalles, otros que en una escena de silencio oyen los tiroteos de la película de al lado, otros que oyen los diálogos muy bajo y otros que los escuchan muy altos, otros que tienen impresionantes sonidos de explosiones que retumban en la sala y otros que los notarán apagados y sin ningún tipo de gracia. Y hasta aquí solo estamos tocando los aspectos que dependen únicamente de la sala. Pues bien George Lucas decidió que sus películas debían de poder alcanzar una cota superior de calidad en su proyección, y por ello sus ingenieros acabaron creando un estándar conocido como THX que garantizara una referencia que todas las salas certificadas deberían cumplir. Así al trabajar creando las películas para este entorno de referencia, conocido y ajustado a unas especificaciones concretas, no se produciría ninguna desviación no deseada del producto al proyectarse en salas de calidad avalada por THX.

¿Para que me cuentas todo esto? ¿No ibas a hablar del 3D? Sí y lo haré, aunque en la siguiente parte del artículo. De momento recoged que uno de los problemas que se tiene desde siempre en el cine y en el audiovisual en general es que lo que haces se vea como deseas al proyectarlo ya sea en cine o televisión. Pues pensad que cuando se trata de 3D hay más variables a tener en cuenta.

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