Falso, definitivamente falso, y eso lo digo con todo el cariño que le tengo a mis juegos clásicos. Si algo he odiado del efecto Wii es que se inundó el mundo de los videojuegos con la falsa verdad de que un videojuego es solo gameplay puro y duro y que los gráficos y los sonidos no son una pieza clave de los mismos. De repente, de un plumazo, alguien nos dice que la dirección artística que deja de estar limitada gracias a las posibilidades técnicas que dan las máquinas potentes no tienen razón de ser para hacer mejores videojuegos y no solo eso, sino que todo lo que se hace ahora es una porquería que deja mucho que desear si lo comparamos con los videojuegos de hace 15 años.
Yo el otro día volví a jugar el Monkey Island 2, y juraría que lo recordaba con mejores gráficos, control, y sonido. Mi Guybrush Threepwood de cuando 1991 estaba más definido de lo que vi ese día.
Ahora todos los años tenemos una avalancha impresionante de videojuegos, y por favor, negadme si no son buenos esos juegos, por citar obras que me han impresionado: Mass Effect 1 y 2, Uncharted 1 y 2, Metal Gear Solid, InFamous, Metroid Prime, Dead Space, Crysis, God Of War, Bayonetta, Transformers War For Cybertron, Devil May Cry, Left 4 Dead, Half Life 2, Lost Planet, Mirror's Edge, World Of Goo, Flower, Mirror's Edge, Prince Of Persia, Castlevania Lords Of Shadow.
Me cuesta pensar que son peores que mis grandes favoritos de 8 y 16bits, como Mario World, Super Probotector, Axelay, Megaman 2, Super Mario Bros, Donkey Kong Country, Starwing (Starfox en el resto del mundo), The Secret Of Monkey Island, Indiana Jones & The Fate Of Atlantis, Dune 2 o X-Com.
lunes, junio 20, 2011
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