Me encanta soñar. Dormir y tener experiencias completamente imposibles sin moverme de mi cama. De verdad, lo paso bien hasta con lo que la gente llamaría una pesadilla, me levanto y me digo, que sueño más divertido. Pase lo que pase en mis sueños, lo disfruto.
Mientras sueño, son muchas las veces que me doy cuenta de que lo que tengo ante mi es un sueño. Por eso las pesadillas no me afectan, se que despertaré. Es casi como ver una película de terror, en el momento lo pasas mal pero al salir dices que buen rato he hechado.
Hay veces en las que no solo soy consciente de la condición de sueño en la que estoy inmerso, sino que tengo voluntad y control sobre mi sueño. A partir de ahí los sueños se tornan mucho más divertidos. Tomo parte activa de los mismo, me concentro en mi deseo y mi sueño me lo da.
jueves, noviembre 20, 2008
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