lunes, agosto 08, 2005

El fin de semana en la playa

Siento no haber actualizado nada estos días pero me fui a la playa y allí no tenía Internet, tampoco es que lo buscase, quería desconectarme, como Neo de Matrix. Siempre me gusta ha gustado mucho la playa, es relajante, disfrutas del mar, la arena, de ese paso del tiempo más pausado, más tranquilo, y en mi caso, de la familia.

Mi abuela alquila todos los años una casa en la playa de la Barrosa y por allí nos vamos pasando en oleadas todos los sobrinos. Esta vez he coincido con los primos más pequeños, que cada año están más mayores, y por supuesto con sus padres, mis tíos, con los que me llevo fenomenal. Jugar con los pequeños es muy divertido se te olvidan las cosas del mundo de los adultos. Nada como las olas y un poco de Presing-Water para reírnos mucho y acabar, yo, destrozado, porque la verdad, ellos son incansables y yo un poco viejo. XDD

Realmente el mundo de los niños me fascina, es más sencillo, menos estúpido de lo que a veces resulta el mío. Ayer, cuando estábamos tomando unas cañas, una niña de la edad de mi prima la pequeña, 8 años, se acercó a ella, sin conocerla de nada, y le dijo, "vienes a jugar conmigo". Mi prima preguntó a su padre, que contestó afirmativamente, y se fueron las dos juntas. Eso nos recordó a los presentes cómo por el miedo al ridículo muchas veces no pedimos lo que queremos. El contemplar la posibilidad del fracaso nos bloquea.

Creo que cambiaré mi actitud hacia muchas cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

existe una teoria que dice que cuando el hombre nace posee intactas ciertas cualidades indispensables para sobrevivir, como son la curiosidad y el desparpajo. conforme el individuo crece empieza a desarrollar otras, como son la vergüenza y el sentido del ridiculo, cualidades no necesarias para el bien individual pero si para el bien de la sociedad en conjunto. el caso es que los niños son mas listos que los adultos, no tienen sobre sus cabezas el peso de lo que espera de ellos la sociedad.
por eso, me encanta estar con mis primos pequeños, porque tienen mucho que enseñarme.