Echando de menos.

"Cerrar los ojos y soñar despierto."

Un poco trasnochado y sentimental estoy ahora, también un poco, como se suele decir, plof, y no puedo evitarlo, esa sensación de vacío interior me recorre, y me tiene desinquieto. Cada vez que veo una película un poco romántica me pongo así. A mí antes no me pasaban estas cosas, yo era un hombre de hielo al que jamás se le había saltado una lágrima, pero de un tiempo a esta parte el más leve detalle en una película, no importa si es una comedia o una de acción, hace saltar mis emociones, así que cuando se trata de una peli romántica el emocionometro se dispara.

Siempre me han gustado las historias de amor, aunque, como es normal, solía negarlo, pero jamás las veía como las veo ahora, sintiéndolas. Bastan un par de miradas en la película para que me ponga tierno. Cada gesto, cada palabra, cada momento y cada sutileza, es sentida en mi pecho con incontenible fuerza. De algún modo, a través de ellas, saco todo lo que llevo dentro, me recuerdan mi vida, y no porque me pase lo mismo que en los artísticos sueños de celuloide, pero, de algún modo, lo he vivido. Cosas que hice, que no hice, que evité hacer, que quise hacer, que pude disfrutar, y que perdí, que dije, que me dijeron, que no entendí, que hice mal, que hice bien, que disfruté, que sufrí, y hoy, me han recordado lo que no tengo.

Estas dos semanas he estado como Carrie Bradshaw, ocupando mi tiempo en hacer cosas para evitar pensar en otras, como pintar una habitación. Mi musa está lejos, y sé que se pasará por aquí en unos días, aunque la visita será breve porque tiene que volver pronto a Canarias para continuar con su trabajo. Será como un balón de oxígeno para ambos, el único posible en un tiempo, y se me antoja escaso, más, sabiendo que ella tiene que hacer cosas aquí, examinarse, y que querrá ver a otras personas, familia y amigos, y eso me hace sentir desplazado por todo, como si fuera solo una cosa más en la larga lista de ese fin de semana (aunque sé que no es así), y de algún modo me lo reprocho, porque mirando atrás, creo que yo la he hecho sentir así en más de una ocasión y ni me he dado cuenta. Es como si todo lo que en esas ocasiones pasó adquiriera su verdadero sentido, y por eso me siento más plof.

Quedarme aquí atrás, en esta soledad, sin ella, me ha dado esos sentimientos que me faltaban para entender esas escenas de la película de mi vida. Seguro que, cuando la vea de nuevo, mi cabeza volverá a su sitio, pero de momento la espera se me hace eterna.

Hay cosas que solo se pueden entender viviéndolas, y lo único que sé es que me falta mucho por aprender.