Siempre he estado celoso de aquellos que poseen un Mac, esa obra de arte hecha computadora. Cada vez que veo uno, pienso por qué tengo un PC en vez de un Mac. Entonces miro a mi entorno y obtengo la respuesta, ninguno de mis amigos tiene uno.
Solo he visto un Mac, fuera de la tienda, tres veces en mi vida. No es broma. La primera vez fue con el de un amigo de mi padre, la segunda en una empresa de marketing, y la tercera en un estudio de video. Eso es todo. Cada una de las veces, tuve ese estúpido sentimiento de guau! al contemplarlos. Son preciosos. Ah! Se me olvidaba la vez que vi a un tipo con un Powerbook en una Lan Party abarrotada de PCs.
Para ser sinceros, hasta que no tenga más ingresos esta situación no va a cambiar. Los Macintosh son ordenadores muy caros como para comprar uno solo por probar. Creo que el Mac mini es el producto indicado para mí pero comprar un Mac se parece a algo traumático, como cambiar a Linux. Vale, vale, el mundo de Apple es mucho más fácil que el de Linux pero mirad, estoy acostumbrado al Windows XP.
He estado usando productos Microsoft desde el MS-DOS 5.0. Así que me siento cómodo usándolo. Sé donde están las cosas, tengo los programas que me gusta usar, también estoy acostumbrados a ellos, y puedo hacer todo lo que quiero con mi sistema Windows. De modo que cuando uso otro sistema operativo es como una pesadilla. Cada vez que intento hacer algo, la misma cosa me asalta la cabeza, "si estuviese en Windows haría años que hubiera terminado".
A pesar de todo lo que he dicho todavía sueño con ese precioso mundo de manzanas.
jueves, mayo 12, 2005
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