Los Metal Gear Solid se caracterizan por ser realísticamente imposibles. Con cientos de elementos que añaden "realidad" al juego y sin embargo imposibles. Un ejemplo: en este juego se nos muestra un sistema de control informático de ejércitos: soldados, armamento, vehículos, todo seguido por ordenador, que deja el mundo a merced de la economía de la guerra. Sistema que en cuanto falla, porque tenía que fallar, alguien no lo veía venir?, deja estúpidos a todos los ejércitos del mundo y bajo la amenaza del malvado Liquid Ocelot.
Bueno, tampoco es que me importe el grado de realismo de un Metal Gear, un juego en el que aparece un ninja cibernético que para las balas con la espada, raja tanques, y le sujeta los pies a un gigante robot de por lo menos 10 metros de alto. Pero es, sin embargo, el que a su manera me ha hecho sentir un mayor grado de realismo bélico.
Resulta curioso que un juego del que hemos podido ver montones de vídeos durante su promoción y del que nos comentaron muchos detalles en muchos artículos, lo juegues y cada uno de esos detalles te sorprendan. Si hasta la pelea de Raiden y Vamp, que la vimos prácticamente entera, sorprende en el juego. O_O ¿Qué narices le echan Konami y Kojima al juego para que pasen este tipo de fenómenos paranormales?
No era tontería eso que decía la crítica de que el juego era excelente.
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