La verdad que me están cundiendo las vacaciones. He desconectado mucho, ya casi se me olvida que tengo un trabajo y que el día 7 vuelvo a los quehaceres del mismo. Hasta entonces queda algo de tiempo y lo sigo disfrutando. Estudiar, no he estudiado nada, siempre me lo he propuesto en estas fechas y nunca lo he conseguido, no se porque sigo insistiendo, seré cabezota, pero por lo menos lo compenso... nada como relajarse, jugar un poco, ver mucho a los amigos, a unos más que a otros (sorry HJarto y Renis), y holgazanear, para qué engañarnos.
Sin que sirva de precedente hoy ya sé cual es mi plan para este fin de año. Crash me informó este medio día de sus planos, a los que por muchas razones me he sumado. Nos vamos a reunir un nutrido grupo de personas en casa de un amigo y la vamos a armar (con decoro y moderación) de una manera rara, por lo menos para mí, nos vamos a disfrazar, y no es Halloween. ¡¡Noche vieja de disfraces... yu ju!! y qué coño me pongo!!!???
Es que yo lo de los disfraces, pos como que sí, me gusta y eso, pero odio la preparación. Ir disfrazado por la calle y tener un aspecto algo más atípico de lo habitual está bien, pero los preparativos como que no. ¡Échame una mano prima... que no se qué vestio ponerme! Eso como muy tarde mañana lo resolvemos, ¿no es así Maese?
A los colegas que me estéis leyendo mañana os llamaré para informaros, ¿creo que ahora es un poco tarde no? Así que si os queréis apuntar aun tenemos mucho sitio.
Bueno ya me he cansado, ea, sigo escuchando música con mis cascos. -Otra copa jefe!... -¡marchando!
jueves, diciembre 29, 2005
sábado, diciembre 24, 2005
Vacaciones!
Me encantaría estar verdaderamente inspirado esta noche y escribir algo con más elocuencia de la que me suele caracterizar, pero no quería dejar pasar este día sin deciros que me encanta saber que me leéis y que vuestros comentarios (ya sea escritos aquí o cuando nos cruzamos en algún momento del día) me llegan más de lo que aparento.
Estas últimas dos semanas han sido preciosas, pensaba que ya había dejado de tener ese estúpido sentimiento, pero siempre es bonito dejarse llevar un poco por esa persona especial que da algo más de sentido a tu existencia. Desearía que ese momento tan bonito durase para siempre, y sin embargo es efímero, tan pronto llega como se va. Qué difícil es encontrar la manera de explicar cuanto te importa cuando a la vez lo estás dejando marchar. Desearía que aquel día de mañana nunca hubiese llegado, pero es inevitable, llegó y nuestros caminos se volvieron a separar. Así parece que debe ser, y sin embargo me aterra pensar que pudieran no volverse a encontrar.
De sentimientos está lleno el mundo, y estos son los míos: abraza lo que quieras cuando esté delante tuya, mañana podría no estar y entonces sí que te lamentarás por no haberlo tomado cuando estaba tan cerca que lo podías tocar.
Os deseo unas felices fiestas, y que las paséis lo más cerca que podáis de quién os importa.
Un beso muy grande, Ikaru.
Estas últimas dos semanas han sido preciosas, pensaba que ya había dejado de tener ese estúpido sentimiento, pero siempre es bonito dejarse llevar un poco por esa persona especial que da algo más de sentido a tu existencia. Desearía que ese momento tan bonito durase para siempre, y sin embargo es efímero, tan pronto llega como se va. Qué difícil es encontrar la manera de explicar cuanto te importa cuando a la vez lo estás dejando marchar. Desearía que aquel día de mañana nunca hubiese llegado, pero es inevitable, llegó y nuestros caminos se volvieron a separar. Así parece que debe ser, y sin embargo me aterra pensar que pudieran no volverse a encontrar.
De sentimientos está lleno el mundo, y estos son los míos: abraza lo que quieras cuando esté delante tuya, mañana podría no estar y entonces sí que te lamentarás por no haberlo tomado cuando estaba tan cerca que lo podías tocar.
Os deseo unas felices fiestas, y que las paséis lo más cerca que podáis de quién os importa.
Un beso muy grande, Ikaru.
martes, diciembre 13, 2005
La vida está llena de casualidades...
...solo hay que dejar que se produzcan.
Hoy iba a comer solo en el comedor universitario. Por solo me refiero a ese tipo de soledad que se tiene al no ir acompañado a un sitio donde hay un montón de gente. La soledad en la multitud, a la hora que fui estaba abarrotado.
Con mi bandeja me senté en un sitio vacío. Delante mía estaba un hombre que también comía solo, y en vez de hacer como si el que teníamos delante no existiera (cosa bastante común actualmente) nos pusimos a hablar. Allí estábamos dos desconocidos acompañándonos mientras almorzábamos. Así entre bocado y bocado nos contamos cosas de nuestra vida, qué hacíamos, y cómo es que estábamos comiendo allí. Al final de la comida tan amigos.
Lo más curioso fue que el hombre era un tenor del Real teatro de la Maestranza. Yo que soy un desastre para cantar desarrollo cierta admiración por cualquier persona que pueda entonar, así que imaginaos mi cara de "eres mi héroe" ante un tenor que en unas horas iba a empezar un ensayo general de ópera.
Esto jamás hubiese ocurrido si solo nos hubiésemos limitado a comer ignorando el mundo que tenemos delante.
lunes, diciembre 12, 2005
Pensamientos
La vida sube y baja, sube y baja... a veces estás arriba, otras abajo, ahora estoy arriba. Seguro qué pasarán cosas que me llevarán abajo, pero de momento, creo, estoy donde quiero estar. Centrado.
Encajo golpes y me duele, pero estoy fuerte, he entrenado, puedo aguantar el embiste. Las viejas heridas cerraron bien, lo nuevo no las reabrirá. No, nada de lo que pase las hará sangrar. Siento el fuego ante mí, tú mirada. Antes acabaríamos calcinados con solo cruzarlas, pero ahora... ahora podríamos aproximarnos y no quemarnos, sentiríamos su calidez, pero no nos destrozaría. ¿Deberíamos dejar pasar este momento por miedo, y arrepentirnos luego, o deberíamos agarrarlo con todas nuestras fuerzas?
Encajo golpes y me duele, pero estoy fuerte, he entrenado, puedo aguantar el embiste. Las viejas heridas cerraron bien, lo nuevo no las reabrirá. No, nada de lo que pase las hará sangrar. Siento el fuego ante mí, tú mirada. Antes acabaríamos calcinados con solo cruzarlas, pero ahora... ahora podríamos aproximarnos y no quemarnos, sentiríamos su calidez, pero no nos destrozaría. ¿Deberíamos dejar pasar este momento por miedo, y arrepentirnos luego, o deberíamos agarrarlo con todas nuestras fuerzas?
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