Crónica de una reforma. Dos semanas.

La reforma va viento en popa. Por fin terminamos de pintar la habitación. Al final en blanco, tampoco quería yo muchos líos, estoy hasta las narices de tener el cuarto manga por hombro. Colgamos una de las tres estanterías que tengo planeado colocar, y una vez puesta se ve enorme, pero queda bien, y he puesto mis ansiadas canaletas, así que cuando la instalación termine la cosa estará algo más presentable en lo que respecta al cableado. Pese a quedar aun cosas por hacer, ya coloqué la mesa en su sitio y, cómo no, el ordenador, así que llevo unos par de días con el PC en casa, pero casi que no lo he tocado, no ha habido tiempo.

Ayer volví a IKEA, compré otra estantería para CDs de esas que valen 18.95€ y también el mueble que habilitaré para el equipo de música. Después de esas compras, recogí a Quick de la tienda donde trabaja y nos fuimos a comprar cable del bueno para los altavoces en una tiendecita de Sevilla que vende barato y bueno. Quick es mi asesor en temas de audio, tiene ese conocimiento audiófilo del que yo carezco, así que me dejo aconsejar por él. Después, me pasé por una ferretería a comprar unos tornillos que necesitaba para colgar los estantes. Entre una cosa y otra, eché toda la tarde comprando. Llegué a casa con el tiempo justo para ducharme y vestirme, pues habían quedado mis papis con mi sister y su novio para ir a cenar juntos.

El plan en principio era ir a un asiático, pero cuando llegamos estaba cerrado por vacaciones, nuestro gozo en un pozo, aunque mamá lo celebró con sonado jolgorio. Buscando alternativas nos dimos una vuelta por la zona y vimos un sitio llamado Oporto, parecía portugués, nos gustó la idea y entramos. No parecía gran cosa, pero sin embargo la atención era buena y la comida excelente.

Tomamos asiento los cinco, y miramos las carta. Elegimos y empezó el cachondeo. La verdad que teníamos bastante de que hablar, y es curioso como ayuda para hablar la cerveza, el vino y la buena comida, casi que arreglamos nuestro mundo. Es estupendo que te revelen nuevos puntos de vista sobre la misma cuestión. Si es que somos geniales, y así, hablando, antes de darnos cuenta ya habíamos terminado de cenar y nos estábamos marchando. Como todavía no teníamos ganas de dar por acabada la noche, y el punto de tinto nos tenía contentos, volvimos a casa a tomarnos unas copas. Nos lo pasamos fenomenal.

Llevo unos días que no paro, trabajo por la mañana, hago muchas cosas por la tarde, me acuesto a altas horas de la noche y el espíritu no se me cansa, todo lo contrario, está muy animado. Aprovechemos mientras dure. Ahora a seguir con la obra, bueno, después de comer que aun estoy en el trabajo.

Slash Snake Pit – Ain't Life Grand