Mi memoria. Nula capacidad para recordar.

La gente suele acordarse de muchas cosas. De gente que conoce, de lugares a los que ha ido, de platos que ha comido, e incluso de conversaciones enteras. Yo no consigo que mi cabeza recuerde nada.

A veces me pregunto si tuve algún problema en mi desarrollo neuronal que incapacitase a mi mente para recordar. Me olvido de todo con endiablada facilidad. Desde nombres, me entreno para evitarlo, hasta, literalmente, de gente. Y para mi lo peor, olvidar cosas que he hecho, incluyendo viajes, sí esos deliciosos viajes que uno hace.

En serio, en muchas ocasiones me pasa que alguien muy ilusionado me dice algo como "te acuerdas cuando..." y yo contesto con un "sí" muy vago para continuar la conversación. En ese momento mi mente se pone a trabajar. Todo un desafío. A veces con suerte recuerda alguna imagen, otras solo recuerda que estuve allí, pero nada más. Qué embarazoso.

Una de las funciones que más me gusta de los PDAs es que te permiten escribir cosas en cualquier momento. ¿Adivinan para que lo uso yo?

Escribo un diario.

Intenté escribir un diario hacia finales del 2003 en diciembre, pero lo dejé a principios de enero. Luego continué en verano, pero también lo dejé al cabo de un mes. Tres meses después compré mi PDA y desde entonces escribo prácticamente todos los días. Como es digital retoco cosas que escribí hace meses y añado información. Y así, ayer, disfruté de una lectura muy interesante para mí, mí vida.

Solo por esto, me ha merecido la pena gastarme las pelas en este aparatito de "alta" tecnología.