Hace tiempo comenté en el artículo "Triste historia de un ordenador, el de mi madre" el problema que tenía con el portátil de la "mía mamma" que ya fuera con Windows XP o Vista el ordenador hacía BSOD (pantalla azul de la muerte). La solución fue usar Linux. Con ubuntu, mi madre se ha defendido bastante bien, total, para navegar y usar el openoffice, no se necesita el Windows, pero sí que ciertamente con esa interfaz no estaba igual de cómoda.
Ayer probé a instalarle Windows 7 y fíjate que salió funcionando perfectamente todo. Lo estuve probando y nada fallaba. Por no hablar de la sensación liviana que transmite. Realmente va rápido el bicho con el Windows 7.
No me paga Microsoft, pero su Windows 7 me tiene muy contento, y en estos momentos a mi madre más. XDD
miércoles, noviembre 25, 2009
viernes, noviembre 20, 2009
Shadow of the Colossus
Cuando en la generación pasada, como la llaman, de videoconsolas hubo una apabullante consideración por este juego del Team ICO yo pensé que era demasiado. Pero hace unos meses conseguí acabar con los dieciséis colosos que pueblan las mágicas tierras de Dormir, y tengo que sumarme a todos los que lo aclamaron en su momento. El juego es una preciosidad.
No es un juego de acción, aunque así pensemos a primera vista al ver a nuestro jinete con su espada y su arco, es más un plataformas y un puzzle. La mayor dificultad del juego estriva en descubrir qué tienes que hacer para llegar a los puntos débiles de cada coloso para poder clavar nuestra espada mágica, que es lo único con lo que podemos matar a estas poderosas criaturas.
La mecánica es así en todo el juego: Nos dicen nuestro próximo coloso, lo buscamos por el extenso mapa con ayuda de la espada y nuestro caballo Agro. Llegamos, nos enfrentamos a él, lo matamos y vuelta a empezar. Cada coloso tiene sus pautas para derrotarlo y las primeras veces lo normal será estar perplejo sin saber qué hacer, hasta que empezamos a probar lo que se nos va ocurriendo. Entonces, en algún momento, damos con la clave, y a partir de ese instante, el resto hasta la fatídica caída del coloso será coser y cantar.
Resumiendo así el juego me dejo fuera el aspecto que termina de rematar el grado único que tiene, y es la sensación que transmite, por lo menos a mí. Con la música, el sonido, la sutileza narrativa, realmente, llegó en momentos, a no dejarme indiferente ni con las acciones que realizaba, ni con lo que ocurría. La animación de los colosos es magistral, casi parece que existen y en caso extremo me llegó a poner en la situación de no querer acabar con tan majestuosa criatura, nuestro personaje está haciendo algo terrible, y todo porque queremos revivir a nuestra amada. Resulta hasta cruel. La historia es trájica y así es el trance por el que pasamos.
Es sorprendente, no sólo como videojuego, sino como obra artística. Haberlo jugado y probar la experiencia que el Team ICO lanzó hace cuatro años ha despertado en mi un mayor interes por lo que se aproxima y su anunciado The Last Guardian (Trico)
Shadow of the Colossus es una maravilla que merece ser jugada.
Gracias Mulder por presentarme esta joya. Otro título más para la lista de los juegos deberían ser conservados, y ya van unos cuantos.
Team ICO en Wikipedia
No es un juego de acción, aunque así pensemos a primera vista al ver a nuestro jinete con su espada y su arco, es más un plataformas y un puzzle. La mayor dificultad del juego estriva en descubrir qué tienes que hacer para llegar a los puntos débiles de cada coloso para poder clavar nuestra espada mágica, que es lo único con lo que podemos matar a estas poderosas criaturas.
La mecánica es así en todo el juego: Nos dicen nuestro próximo coloso, lo buscamos por el extenso mapa con ayuda de la espada y nuestro caballo Agro. Llegamos, nos enfrentamos a él, lo matamos y vuelta a empezar. Cada coloso tiene sus pautas para derrotarlo y las primeras veces lo normal será estar perplejo sin saber qué hacer, hasta que empezamos a probar lo que se nos va ocurriendo. Entonces, en algún momento, damos con la clave, y a partir de ese instante, el resto hasta la fatídica caída del coloso será coser y cantar.
Resumiendo así el juego me dejo fuera el aspecto que termina de rematar el grado único que tiene, y es la sensación que transmite, por lo menos a mí. Con la música, el sonido, la sutileza narrativa, realmente, llegó en momentos, a no dejarme indiferente ni con las acciones que realizaba, ni con lo que ocurría. La animación de los colosos es magistral, casi parece que existen y en caso extremo me llegó a poner en la situación de no querer acabar con tan majestuosa criatura, nuestro personaje está haciendo algo terrible, y todo porque queremos revivir a nuestra amada. Resulta hasta cruel. La historia es trájica y así es el trance por el que pasamos.
Es sorprendente, no sólo como videojuego, sino como obra artística. Haberlo jugado y probar la experiencia que el Team ICO lanzó hace cuatro años ha despertado en mi un mayor interes por lo que se aproxima y su anunciado The Last Guardian (Trico)
Shadow of the Colossus es una maravilla que merece ser jugada.
Gracias Mulder por presentarme esta joya. Otro título más para la lista de los juegos deberían ser conservados, y ya van unos cuantos.
Team ICO en Wikipedia
martes, noviembre 10, 2009
Hablando sobre videojuegos...
Ayer probé la demo en PS3 del nuevo Dragon Ball Z: Raging Blast, y lo único que pude pensar fue "vaya truño de juego", aunque eso también me lo produjeron los Budokai Tenkaichi, y esos son juegos que han tenido mucho éxito, y al parecer hasta son buenos. Mi gusto por los juegos de Dragon Ball se perdió en el Bola de Dragon Z 2 de Super Nintendo y se recuperó con el Dragon Ball Z Burst Limit, que era mejorable pero que desprendía una sensación infinitamente mejor que el que estuve probando ayer.
Leyendo los comentarios a las críticas sobre el juego, descubro que una importante cantidad de aficionados están encantados, ahora viene con un montón de personajes, vestiditos y escenarios. Parece que es lo único que les importa, friki-videojuego al peso, y esto me lleva a recordar algo que pienso desde hace mucho tiempo... cada vez hay más juegos cuya experiencia de juego requiere que te dediques una vida a ellos. Desbloquear quinientas cosas y recolectar más objetos que Mario moneditas doradas parece el mayor aliciente de un juego que por otro lado si no fuera porque te lo has comprado haría tiempo que lo hubieras desechado.
Lo básico de un juego es que la mecánica del mismo sea divertida, y luego ya si le meten argumento y unos momentos de cine pues mejor que mejor. El Tetris no tiene argumento, ni otras tonterías de contenido desbloqueable y es muy divertido, todo un clásico del entretenimiento electrónico. Los juegos con un sistema de juego fallido no se arreglan añadiendo una variada plantilla de personajes, vehículos, escenarios, pegatinas y otras tonterías. Pensando en esto se me ha venido a la mente el modo aventura "El Emisario Subespacial" del Super Smash Bros Brawl. Chorrada donde las haya, vayamos a las tortas y olvidemos eso.
Esto del contenido que se va desbloqueando a medida que juegas, para cierto tipo de juegos, es gracioso, para otros, no hace ni puta gracia. Por ejemplo en el Guitar Hero 3 no podías tocar ciertas canciones si no habías llegado progresando en el modo carrera al tema concreto, y por tanto eso de echar una partida rápida con un colega que se lo ha traído a casa para flipar tocando "Through the fire and flames" de Dragonforce queda desechado, esta limitación quedó resuelta en el Guitar Hero 5, menos mal que se dieron cuenta del error.
La crítica negativa más habitual que leo últimamente "poco rejugable". A ver ¿cuántas veces en tu vida, después de ver una película, tienes la imperiosa necesidad de repetirla? Esta observación sobre la rejugabilidad va seguida por la de "es corto". Veamos, un ejemplo sencillo, la película Star Wars Episodio I sería mejor película si hubiera durado la mitad, no al revés. Tomar algo como la duración del juego como algo a valorar positivamente o negativamente no me parece adecuado. Es como quejarse de que la sal es salada. En los mismos sitios alaban al Monkey Island como obra maestra (y también sólo rejugable cuando has olvidado la historia) y acto seguido dicen que está muy mal que el Prince Of Persia lo juegues una vez y pierda el interés. Un gran WTF para esto.
Sea corto o largo un juego lo que importa es que el rato que pases jugándolo te guste, que valga lo que piden por él ya es otra cuestión. Siempre prefiero seis inolvidables horas de entretenimiento que veinte de simple videojuego.
Leyendo los comentarios a las críticas sobre el juego, descubro que una importante cantidad de aficionados están encantados, ahora viene con un montón de personajes, vestiditos y escenarios. Parece que es lo único que les importa, friki-videojuego al peso, y esto me lleva a recordar algo que pienso desde hace mucho tiempo... cada vez hay más juegos cuya experiencia de juego requiere que te dediques una vida a ellos. Desbloquear quinientas cosas y recolectar más objetos que Mario moneditas doradas parece el mayor aliciente de un juego que por otro lado si no fuera porque te lo has comprado haría tiempo que lo hubieras desechado.
Lo básico de un juego es que la mecánica del mismo sea divertida, y luego ya si le meten argumento y unos momentos de cine pues mejor que mejor. El Tetris no tiene argumento, ni otras tonterías de contenido desbloqueable y es muy divertido, todo un clásico del entretenimiento electrónico. Los juegos con un sistema de juego fallido no se arreglan añadiendo una variada plantilla de personajes, vehículos, escenarios, pegatinas y otras tonterías. Pensando en esto se me ha venido a la mente el modo aventura "El Emisario Subespacial" del Super Smash Bros Brawl. Chorrada donde las haya, vayamos a las tortas y olvidemos eso.
Esto del contenido que se va desbloqueando a medida que juegas, para cierto tipo de juegos, es gracioso, para otros, no hace ni puta gracia. Por ejemplo en el Guitar Hero 3 no podías tocar ciertas canciones si no habías llegado progresando en el modo carrera al tema concreto, y por tanto eso de echar una partida rápida con un colega que se lo ha traído a casa para flipar tocando "Through the fire and flames" de Dragonforce queda desechado, esta limitación quedó resuelta en el Guitar Hero 5, menos mal que se dieron cuenta del error.
La crítica negativa más habitual que leo últimamente "poco rejugable". A ver ¿cuántas veces en tu vida, después de ver una película, tienes la imperiosa necesidad de repetirla? Esta observación sobre la rejugabilidad va seguida por la de "es corto". Veamos, un ejemplo sencillo, la película Star Wars Episodio I sería mejor película si hubiera durado la mitad, no al revés. Tomar algo como la duración del juego como algo a valorar positivamente o negativamente no me parece adecuado. Es como quejarse de que la sal es salada. En los mismos sitios alaban al Monkey Island como obra maestra (y también sólo rejugable cuando has olvidado la historia) y acto seguido dicen que está muy mal que el Prince Of Persia lo juegues una vez y pierda el interés. Un gran WTF para esto.
Sea corto o largo un juego lo que importa es que el rato que pases jugándolo te guste, que valga lo que piden por él ya es otra cuestión. Siempre prefiero seis inolvidables horas de entretenimiento que veinte de simple videojuego.
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